Es realmente reconfortante que nuestros alumnos nos muestren sus trabajo con orgullo, y en este caso os dejamos a continuación un texto de Pablo Aparicio Resco comentando su Proyecto Final, para que así podáis ver las puertas que abre nuestro curso sobre Virtualización del Patrimonio. En este caso su Proyecto Final se ha centrado en conjunto de las Atarazanas de Valencia.

Si el contexto histórico es fundamental para entender un hecho del pasado, también lo es el contexto espacial para entender un edificio. Es por ello por lo que, dentro del trabajo final del Título de Virtualización del Patrimonio, he querido enmarcar el edificio de las Atarazanas del Grao de Valencia en su paisaje original, permitiendo observar las relaciones que mantenía con otros edificios de la época.

Una de las mayores ventajas de las infografías científicas es la posibilidad de aportar una visión de contexto que puede ser difícil de entender si se explica solo con palabras. Es por ello por lo que la virtualización cobra una especial importancia a la hora de recrear de forma visual el contexto de los edificios documentados.

Para realizar esta reconstrucción me he basado, principalmente, en la documentación sobre el puerto medieval de Valencia recopilada por Gemma M. Contreras (Contreras 2002) y por Federico Iborra y Matilde Miguel (Iborra y Miguel 2007). El análisis de toda la información enfocado a la creación de la reconstrucción 3D del antiguo puerto de Valencia me ha llevado a recolocar los principales edificios y a establecer sus hipotéticas relaciones espaciales.

He elegido reconstruir el complejo hacia 1425 porque se puede establecer esta fecha como el final aproximado de unas décadas de grandes reformas en el puerto medieval de Valencia que determinan un momento de auge urbanístico en este complejo. Pese a todo, es un espacio dinámico que está en continuo cambio desde el s. XIV a la actualidad.

Debemos destacar que el edificio de las atarazanas que hoy conservamos no era una construcción aislada sino que se levantó al norte de la preexistente población de Vilanova del Grao y poco a poco se fue convirtiendo en un complejo compuesto por diferentes porches, almacenes, balsas, jardines, corrales, etc. Tanto la villa como el complejo portuario desarrollaron muy pronto un sistema de fortificaciones debido a la creciente amenaza de piratas y saqueadores.

Además de los porches de ladrillo que hoy se conservan (conocidos hoy como las Atarazanas de Valencia), tuvo especial importancia la llamada Casa de las Atarazanas, un palacio-almacén con clara función representativa y simbólica, imagen de la ciudad de Valencia de cara al Mar Mediterráneo.